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TME y fatiga
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) de los miembros superiores e inferiores son trastornos del sistema musculoesquelético en los que la actividad profesional puede desempeñar un papel en la generación, mantenimiento o agravamiento. Los TME afectan principalmente a los músculos, tendones y nervios, es decir, a los tejidos blandos.
Las partes del cuerpo afectadas son principalmente el cuello, los hombros y las muñecas. Los TME de las extremidades inferiores son más raros y afectan principalmente a la rodilla, estas son enfermedades que afectan las articulaciones, los músculos y los tendones. Pueden manifestarse como dolor, pero también como rigidez, torpeza o pérdida de fuerza. Cualquiera que sea su ubicación, los TME pueden volverse irreversibles y provocar una discapacidad duradera. Para que estas enfermedades no se vuelvan crónicas, deben ser diagnosticadas y atendidas rápidamente.
Los TME son, con diferencia, las enfermedades profesionales reconocidas más comunes. En general, los TME están vinculados al puesto de trabajo y su entorno, a la organización del trabajo, al clima social de la empresa.
Los TME son caros para la empresa. De hecho, conducen a la desorganización dentro de la empresa, pueden ser la causa de una caída en el rendimiento de la empresa (reducción de la productividad, calidad, etc.) y tienen un impacto importante en términos de ausentismo y rotación. Se pueden implementar soluciones preventivas. Ciertos factores de riesgo de TME están preocupados por las obligaciones reglamentarias relacionadas con la ardua naturaleza del trabajo.
Para responder a todos estos problemas, GOBIO ha analizado diferentes tipos de trabajos, en las diferentes partes del cuerpo que están estresadas y dañadas. Por ello, nuestro equipo ha decidido dar respuesta a estas inquietudes del día a día de los empleados ofreciendo soluciones de exoesqueletos y ergoesqueleto. Estas soluciones no solo reducen el riesgo de TME, sino que también mejoran la calidad de vida en el trabajo de los empleados, así como la calidad de los productos.
Los principios fundamentales:
Las dificultades en el trabajo se definen como la exposición a uno o más factores de riesgo ocupacional que pueden dejar huellas duraderas, identificables e irreversibles en la salud.
Estos factores están vinculados a marcadas limitaciones físicas, un entorno físico agresivo o determinados ritmos de trabajo. La exposición a estos factores se evalúa teniendo en cuenta las medidas de protección colectiva e individual implantadas en la empresa.
En 2011 se definieron e incluyeron 10 factores en el código laboral. La ley de 20 de enero de 2014 para garantizar el futuro y la justicia del sistema de pensiones prevé la creación de una cuenta de prevención de dificultades, cuya implementación es gradual: 4 factores de riesgo entraron en vigor en 2015, los otros 6 en 2016.
Los 10 factores de riesgo son:
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